Vuelo hacia la oscuridad

Rimini Protokoll presenta en Hebbel am Ufer la genial obra de Helgard Haug "All right. Good night.", que trata sobre la demencia y sobre un accidente de avión.

Von PATRICK WILDERMANN

17.12.2021 / tagesspiegel.de

Por desgracia, el cerebro humano no cuenta con una CSMU, siglas que significan "Crash Survival Memory Unit", es el dispositivo de memoria de la caja negra de un avión que proporciona información sobre la causa y el curso del choque tras un accidente.

Es como una memoria indestructible, resistente a los golpes más fuertes, al fuego y al agua. Evidentemente nuestra memoria también es capaz de realizar hazañas asombrosas como recuperar momentos que se creían perdidos en el pasado o conservar experiencias remotas durante décadas, pero en comparación es más propensa a fallar.

En el caso de la demencia, por ejemplo, no se puede evitar la pérdida gradual de contenidos. Por otro lado, el CSMU más inteligente no sirve de nada si no se recupera la caja negra. ¿Para qué sirve una memoria si no se puede compartir?

En HAU 1, Helgard Haug, directora y cofundadora del grupo Rimini Protokoll, nos habla de uno de los mayores misterios de la historia de la aviación moderna y de su propio padre, que está perdiendo la cabeza. En ambos casos se trata de un viaje a la noche, o más bien a la enajenación. Trata de la desaparición, la pérdida y cómo soportar la incertidumbre.

A primera vista puede parecer forzado ligar el destino del hombre y la máquina. Por un lado, el vuelo MH370 de Malaysia Airlines, que se dirigía de Kuala Lumpur a Pekín, desapareció repentinamente del radar a la 1:21 de la madrugada, hora local, del 8 de marzo de 2014 y nunca volvió a aparecer. Por otro, el que fue pastor en el sur de Alemania empieza a experimentar "fallitos", pequeños lapsus y lagunas en la memoria y finalmente constata: "Me caigo a pedazos". "Me estoy desintegrando". La narración, que discurre tanto en paralelo como encadenada, adquiere una verosimilitud y un dinamismo cautivadores en el transcurso de esta velada de dos horas y media.

La obra se titula "All right. Good night.". Supuestamente, este fue el último mensaje de radio enviado por el piloto del MH370 al entrar en el espacio aéreo vietnamita. A diferencia del enfoque habitual de Rimini Protokoll, esta vez no hay expertos de la vida cotidiana en el escenario, al fin y al cabo se trata de personas que ya no son tangibles.

En su lugar hay cinco excelentes músicos del Zafraan Ensemble de Berlín: Matthias Badczong (clarinete), Evi Filippou (percusión), Josa Gerhard (violín), Martin Posegga (saxofón) y Beltane Ruíz (contrabajo), para quienes la compositora de música electrónica Barbara Morgenstern ha escrito una luminosa partitura. Un réquiem sin patetismo, que retoma repetidamente elementos de la narración y los vuelve a hilar interpretando ricas variaciones. Una banda sonora de lo efímero, que llena el gran espacio vacío del escenario, pero que no nos hace olvidar.

Mientras, pasajes de la historia se van revelando a través de voces en off. O, principalmente, a través del texto proyectado en una cortina de gasa, que contribuye a ofrecer un cuadro coherente de lo efímero. A día de hoy, nadie sabe qué ocurrió a bordo del MH370. Las más descabelladas narrativas conspirativas envuelven este enigma en un mundo de control total con sus propias reglas y abreviaturas. Como POB, "persons on board" personas a bordo (había 239). O LEP, "last estimated position", última posición estimada.

Una de las teorías es que el piloto, muy experimentado con 18.000 horas de vuelo, despresurizó la cabina y luego dejó que el avión sobrevolara la inmensidad del océano Índico con los pasajeros profundamente dormidos, hasta que no quedó ni una gota de combustible en el depósito. Quién sabe por qué. Otras especulaciones sugieren que el incidente es el truco de magia más antiguo del mundo, una maniobra de distracción de dudosos negocios de armas o similares. Probablemente nunca lo sabremos.

Por otro lado el padre, de quien hablamos aquí, hace todo lo posible por dejar el menor número de interrogantes. Seis años antes de que aparecieran los primeros signos de demencia, como enviar a su nieto cuatro felicitaciones de cumpleaños casi idénticas a la vez, escribió a sus hijos, bajo el título "Cómo quiero vivir mi muerte", qué debería pasar en caso de que él aún estuviera, pero no en plenas facultades.

En este magnífico trabajo, Helgard Haug observa durante ocho años el lento desvanecimiento. Da voz a los familiares de los desaparecidos en el malogrado vuelo, forzados a vivir día tras día sin respuestas, incluido el hecho de que no se puede celebrar un funeral sin un cuerpo. Y habla de una enfermedad incurable que toca lo existencial. ¿Qué es el yo y qué significa la dignidad? En su último correo electrónico a la directora, su padre escribe: "Por favor, mantente en contacto conmigo, intenta comprender y, en la medida de lo posible, perdonar".


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All right. Good night.