Está en el país el director suizo Stefan Kaegi en "Biodrama 2003"

Von Carlos Pacheco

22.12.2002 / LA NACION

En Córdoba creó "Torero portero", donde los protagonistas eran encargados reales
En esta visita realizó un workshop Aprovechó su estada para observar los acontecimientos sociales de anteayer Volverá para trabajar en el teatro Sarmiento

El director suizo alemán Stefan Kaegi llegó a la Argentina por primera vez en 2001. Pasó directamente a Córdoba porque allí se gestaba entonces su proyecto "Torero portero", una experiencia que concretó con tres porteros de edificios y que hizo funciones no sólo en la ciudad mediterránea sino que además, este año, se presentó en el festival alemán Teatro del Mundo, generando una respuesta muy favorable entre espectadores y críticos. En 2003 ya tiene previstas funciones en Berlín y en Munich.
Lo atractivo de aquella propuesta, que lamentablemente hasta ahora no pudo verse en Buenos Aires, determinó que el Instituto Goethe local y el Complejo Teatral de Buenos Aires lo convocaran para participar del ciclo "Biodrama", que bajo la organización de la directora Vivi Tellas se realiza en el teatro Sarmiento. Si bien aún no se ha definido el tema de la experiencia, su estreno se ha previsto para marzo. El director, invitado por el Instituto Goethe, desarrolló ayer un workshop con demostraciones en video donde seguramente encontró una motivación que luego transformará en experiencia espectacular.
Kaegi está muy acostumbrado a desarrollar los denominados ready made teatrales. Lo que más le interesa del teatro no es precisamente sus fórmulas tradicionales, sino acercar la realidad a otro escenario -una calle, un colectivo, un edificio público- en el que esa realidad se potencie de una manera sorprendente.
Cuando montó "El Congreso de Viena" en Austria, por ejemplo, trabajó con cobayos, eran esos pequeños animalitos quienes representaban a los congresales; en un montaje en el que el tema fueron los colados terminó armando una especie de congreso en el que esas personas explicaban por qué aparecía en ellos esa necesidad de ingresar en un metro, en un cine, sin pagar. Hasta mixturó la propuesta con fragmentos de "Turandot", ¿acaso el príncipe Kalaf no termina siendo un colado dentro de la corte?
Stefan Kaegi -de 30 años, trabajó en periodismo, estudió filosofía y teatro- lleva una vida particular, él mismo cuenta que no tiene una casa en Alemania, un día vendió sus bienes y desde entonces vive donde desarrolla un proyecto. Esto le obliga a estar muy atento a los acontecimientos sociales y políticos que tienen lugar en el país en el que se encuentra. Llega a la Argentina, después de estar en Austria, donde vio la caída del ultraderechista Jsrg Haider en las últimas elecciones; en Alemania, con el regreso de Schrsder al poder, y en Brasil,con el triunfo de Lula. Arribó a Buenos Aires el miércoles, en días en que la Playa de Mayo reunía a un numeroso grupo de manifestantes que pedían por una Argentina mejor.
El joven creador se anima a realizar una síntesis de estas impresiones que va recogiendo y acumulando. "Parece que en los cuatro países el pueblo está queriendo interferir -dice-. El pueblo está ganando terreno en la lucha. ¿Son los medios de comunicación los que definen lo que acontece en un país o es el sistema democrático? Me parece que el sistema democrático se está haciendo fuerte".
El viernes por la tarde, Kaegi fue a la Plaza de Mayo y quedó sorprendido por ciertas consignas que formaban parte de la manifestación. "Me asombró ver cómo la gente mostraba fotografías de lo que aconteció hace un año. Hay una necesidad de alertar sobre ciertos asuntos y a la vez las fotos pueden ser armas. De un lado estaban los policías con sus armas y del otro los manifestantes con sus cámaras".
Búsqueda de material
Por ahora Stefan Kaegi transita la ciudad en busca de material para concebir su propuesta. Explica que le interesa mucho el ciclo "Biodrama". "Durante muchos años -comenta- el teatro se quedó como un medio ficcional en tanto que en las películas el 50 por ciento es documental y el resto ficcional. Es fundamental la tarea de documentar la realidad y sobre todo en el teatro, que es representación. Allí se pueden representar los hechos y contar las historias de personas vivas".
Después de realizar en Austria una experiencia sobre física; en Bonn, Alemania, un congreso ficticio donde 250 seres comunes representaron a los diputados y en Bahía, Brasil, "Matraca catraca" una propuesta que tenía lugar arriba de un viejo colectivo y en el que trabajaba sobre ese momento en el que el pasajero comienza a adormecerse, y entonces desaparece el límite entre lo que puede ser la realidad y el sueño, Kaegi anda por Buenos Aires. En los próximos días asistirá a juicios orales, porque su próximo proyecto en Francfort estará relacionado con ellos. Si se pone a analizar la función de los abogados defensores, los fiscales, el detenido y hasta el juez, allí también ve teatralidad.

http://www.lanacion.com.ar/02/12/22/ds_460771.asp
LA NACION | 22/12/2002 | Página 04 | Espectáculos


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